La jornada de clausura de la XXXIV Muestra de Encaje de Camariñas de la Diputación de A Coruña sirvió para conocer a los ganadores del XXXI concurso de Nuevos Diseñadores. El primer premio, otorgado por la alcaldesa de Camariñas, Sandra Insua, recayó en Estefanía Orgaz y Pedro Orgaz, que conquistaron al jurado profesional con su colección. Mitra.
El responsable de la planta Stolt Sea Farm Vilán, José Figueroa, entregó el premio a Ritual de fuego y sombra, por Yara González Barral, quien quedó en segundo lugar; mientras la colección Píntalo de colores de Lucía Janeiro, Clara Rey y Antonio Soto que recibieron el premio de manos de la responsable de relaciones institucionales de Frigoríficos de Camariñas, Verónica Canosa; logró el tercer puesto. El cuarto premio, entregado por la presidenta de la Asociación de Empresarios y Promoción Turística de Camariñas, Olga Campos, recayó en Onintze Aramburu y Sofía Puertas, con Apariencia.
En esta edición se han repartido un total de 4.500 euros en premios repartidos de la siguiente manera: un primer premio de 2.100 euros, un segundo de 1.200 euros, un tercero de 700 euros y un cuarto de 500 euros.
Un total de 38 jóvenes que están dando sus primeros pasos en el mundo de la moda se han presentado a estos premios. Los orígenes de los nuevos diseñadores fueron muy diversos, formados en las mejores escuelas a nivel estatal.
El jurado estuvo compuesto por los siguientes diseñadores: Modesto Lombra, Charo Carrillo, Ana Cabranes, Claudina Mata y Francisco Basteiro.
En la ceremonia de clausura, la concejala de Encaixe, Encarna Liñeiro, afirmó que «la Mostra es un evento que conserva su esencia más pura, pero que ha sabido evolucionar, crecer y adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su identidad. Hace años dejó de ser solo un escaparate de artesanía; hoy es una pasarela de referencia en el mundo de la moda, reconocida en todo el país».
En su discurso, destacó que «este año nuestro Mar de Piques representó esa fuerza colectiva, esa artesanía de salitre y talento que nos identifica. Porque aquí, entre piques, diseños, libros, conciertos y mucha emoción… seguimos tejiendo el futuro. Hemos pasado días escuchando el sonido de los palillos, viendo sonrisas, intercambiando palabras con el público, con los expositores, con los recolectores… y todos coincidimos: Camariñas tiene algo único. Y por eso, volveremos el año que viene, con nuevas ideas, nuevos proyectos y la misma ilusión de siempre».










