La jornada de clausura del XXXI Salón de Encaje de Camariñas sirvió para conocer a los ganadores del XXVIII Concurso de Nuevos Diseñadores. El primer premio, entregado por la concejala de Encaixe, Encarna Liñeiro, recayó en Álvaro Castillo, que conquistó al jurado profesional con su colección Remind, para la que utilizó tejidos y prendas de su abuela, fallecida y a quien quiso dedicar el premio.
El responsable de la planta Vilán de Stolt Sea Farm, José Figueroa, entregó el premio a Mëu Kiez, de Pablo González Moreno, que quedó en segundo lugar; mientras que la colección El Taller de Vanessa Parente y Beatriz Chan, que recibió el premio de manos del fundador de Frigoríficos de Camariñas, Luis Canosa; logró el tercer lugar. El “Premio Especial del Público”, entregado por el director de la Asociación de Empresarios y Promoción Turística de Camariñas, José Manuel Ameal, también recayó en Pablo González Moreno, con Mëu Kiez.

En esta edición se han repartido un total de 4.500 euros en premios repartidos de la siguiente manera: un primer premio de 2.100 euros, un segundo de 1.200 euros, un tercero de 600 euros y el “Premio Especial del Público”, también de 600 euros.
A estos premios se han presentado un total de 25 jóvenes que están dando sus primeros pasos en el mundo de la moda. La procedencia de los nuevos diseñadores fue muy diversa, pues provendrán de Asturias, Alicante, Guipúzcoa, Pontevedra, Zaragoza, A Coruña, Cantabria, Murcia o Madrid. Fueron educados en las mejores escuelas del estado.

El El jurado estuvo compuesto por los siguientes diseñadores:: Amaya Fernández, Edith del Valle, Modesto Lomba (presidente), Inés Fernández, Charo Carrillo, Felipe Santamaría, Franco Quintáns, Jorge de Álvarez y Esteban Freiría.
En el acto de clausura, la concejala de Encaixe, Encarna Liñeiro, afirmó que “en este momento podemos decir con orgullo que en el paraíso caben muchas personas, tantas que el lema podría ser ‘Camariñas está de moda’”.
En su intervención hizo referencia al regreso de las Delegaciones Internacionales ya que “compartir nuestro arte con otros países es una prueba de que nuestra forma de entender la vida no tiene fronteras. Somos una gran familia, ya sea en Peniche, Novedrate o Sofía”.